Al año siguiente de haber realizado el Modern Life Is Rubbish, y ya teniendo su estilo definido, sólo faltaba refinar algunas canciones y quizás volverse algo más pop. Lograron hacerlo e incluso más agregando unas cuantas canciones no tan comerciales, pero con la genialidad de la banda pudieron lograr que "To the End" fuera un sencillo del álbum, habiendo canciones que fácilmente pudieran sonar en la radio como "Tracy Jack" o "London Loves". Hay que tener un muy buen material para poder hacer semejante elección.
Tras un inicio extraño con su Leisure, la banda toma un nuevo rumbo con respecto al sonido para buscar su propio estilo, ese que diga "esto es rock británico". Los resultados fueron fructíferos, las canciones llegan a ser más agradables sin tratar de imitar a nadie. Mejor dicho, el Modern Life Is Rubbish es prácticamente el primer álbum con sonido Blur. Desde el inicio del álbum con "For Tomorrow" una canción hecha para ser coreada en conciertos con su "la la la lala" es la mejor manera de empezar el disco.
Aún recuerdo la primera vez que escuché Blur, fue el año 2000 cuando allá en el Reino Unido ya habían terminado su mejor etapa y tenían una discografía de 6 álbumes que tenían buenas reseñas, pero para mí, recién era un grupo con un par de buenas canciones que daban en el canal musical argentino M21 y su clásico videostory. Fueron buenos tiempos para descubrir grupos británicos y más aun cuando poco a poco empecé a escuchar sus álbumes y me fui dando cuenta que Blur no es un grupo del montón, al contrario, fueron uno de los que impulsaron el Brit-pop a nivel internacional.
Tras 22 años de espera, el nuevo álbum de My Bloody Valentine hace su aparición al mercado dejando buenas críticas y no es para menos, el m b v es un disco que tiene bastante del Loveless, un álbum que marcó época, y sigue esa senda tan entrañable de guitarras distorsionadas típico del shoegaze. En un principio antes de escuchar el m b v, creía que iba a ser un disco muy suave, sin demasiada experimentación ya que Kevin Shields ha estado en proyectos muy ajenos al sonido de su grupo. Sin embargo, desde el inicio con "She Found Now" empieza el aura sonoro que emite el grupo, volver a 1991 y sentir lo mismo que entonces.
Prácticamente la primera mitad del disco es similar a la primera canción. "Only Tomorrow", "Who Sees You" e "Is This and Yes", de ahí en adelante el grupo varía para ser más rítmico, sin necesidad de sobre explotar la distorsión, no repetirla innecesariamente, es ahí donde "New You" e "If I am" demuestran que el MBV es diverso a la hora de demostrar lo bueno que es el shoegaze. La batería suena más rápida en "In Another Way", la canción más atípica del álbum, pareciendo demasiado al primer disco, Isn't Anything, pero eso no significa que sea una canción mala, al contrario, es sobresaliente. Luego le sigue "Nothing Is" una instrumental similar a la canción antes mencionada. El cierre está a cargo de "Wonder 2", que por algún motivo me suena algo parecido al drum&bass. Por cosas como esas en que las canciones son parecidas y diferentes a la vez es que el grupo irlandés sigue sorprendiendo.
Me cuesta comprender cuando Wire dejó de ser una banda genial. Cuando sacaron su álbum debut Pink Flag,fue una sobredosis de descarga punker con algunos momentos de post-punk en "Reuters" y "Pink Flag". No hay que vivir del pasado, aquellos fueron buenos años para el grupo, hablando por los setentas, luego su figura de imponentes referentes de álbumes excelentes su fue desvaneciendo. Hasta la fecha sigo pensando que algún día harán un buen disco ya que el Change Becomes Us no resultó del todo bueno.
Hay ciertos momentos en el cual el álbum suena los vestigios de lo que fueron antaño, buenas canciones como "Adore Your Island" y "Stealth of a Stork". Un plus para recalcar lo tedioso que es el disco, es el efecto de voz que tiene Colin Newman. Depende del punto de apreciación que tiene uno a la hora de escuchar Change Becomes Us, si añora el estilo de su grandioso pasado, como yo, o si a uno le gusta los cambios que hace una banda que tiene décadas de trayectoria.
Wavves ya dejó de lado (por el momento) su etapa adolescente donde todo le daba igual, solamente vivir para ir a la playa, tomar sol, borracheras y fumar marihuana. La vida que todo chico(a) de 20 años quisiera vivir, hasta a mí me hubiera gustado disfrutar así la vida, pero todo cambia en la vida y el cantante del grupo, Nathan Williams, ha madurado. Para bien o para mal del grupo, los cambios iban a ser notorios. El primer cambio notorio es que el sonido lo-fi ya desapareció, el Afraid of Heights es el álbum más producido del grupo hasta la fecha. El segundo cambio es el estilo de rock un poco más maduro, ya no hay rasgueos de guitarra exagerados ni gritos innecesarios como los hubo en King of the Beach y Wavvves.
Es bueno escuchar temas donde el espíritu del grupo sigue, en "Paranoid", "Lunge Forward" y "Beat Em Up". También hay un sonido similar al de Weezer, eso se puede escuchar en "Afraid of Heights", "That's on Me" y "Demon To Lean On", lo cual me parece interesante y una de las mejoras que hicieron en éste disco. Algo para sorpresa de muchos es que la guitarra acústica es muy recurrente en las trece canciones del álbum. "Cop" y "I Can't Dream" son las que sobresalen con el instrumento mencionado sin lugar a dudas. Un avance inesperado por parte de Wavves, que me ha dejado impresionado por momentos, mientras que por ratos llega a parecer un poco aburrido. Si hubieran eliminado dos o tres canciones, quizás sería uno de los mejores discos del año.
Wakin on a Pretty Daze es el quinto disco de Kurt Vile, es quizás su álbum más logrado hasta la fecha, el más refinado, más producido, más lírico y hasta el más arriesgado, porque canciones de nueve a diez minutos en un solo disco es muy raro de encontrar, al menos que sea de rock progresivo. Desde el inicio con la canción "Wakin on a Pretty Day" que tiene un encanto psicodélico suave, es la manera adecuada de adentrarnos a un álbum sonoro interesante, con influencias de Bob Dylan, Velvet Underground; hasta riffs más intensos influenciados por Tom Petty. Con una buena base de influencia para el cantautor, hay pocas probabilidades de que haya hecho un álbum malo, y la verdad es que es todo lo contrario de malo, es excelente, hay diversidad en sus once canciones, las canciones más largas son las que uno puede apreciarlas mejor. No hay canciones relleno ni relleno dentro de las buenas canciones.
Hay historias que escuchar, unas narradas de forma directa y otras... bueno, con metáforas. Así encontramos "Girl Called Alex", "Never Run Away", "Too Hard" y "Shame Chamber". Canciones que no contienen mensajes, sólo son narraciones y vaya forma de narrarlas. Nada más que decir porque las palabras sobran al describir algo perezosamente bello.
Si pudiera definir musicalmente el nuevo álbum de The Men, sería como un álbum noise-rock-country, y la verdad es que me gusta varias canciones del New Moon, que saben como mezclar los géneros mencionados anteriormente sin que uno predomine sobre el otro. Por ejemplo: "High And Lonesome", es la canción más lenta del disco, es la única instrumental y quizás la más country, pero el grupo sabe como agregarle una pequeña dosis de rock; el tema final "Supermoon", que en sus siete minutos de duración empieza con la guitarra noise y poco a poco se va haciendo más rápido acompañado de la batería con complejo de que puede ser destruida en cualquier momento, dando fin al álbum de manera ideal. No podría imaginar de que otra manera u otra canción del disco que pueda cerrarlo.
A pesar de ser un grupo ingenioso, he de admitir que no me ha llegado a gustar algunas canciones por el hecho de que suenan muy similar entre ellas, no son tan distintivas como "Half Angel Half Light", "Without A Face" y "The Face". Al final, después de haber escuchado el disco varias veces seguidas, puedo decir que el intento es muy bueno, pero faltó mejorar algunas canciones ya que no hay canciones de relleno, ni la instrumental porque esa incluso es la que tiene más sentimiento.
Tras cinco años de ausencia en el ámbito musical, Liz Harris vuelve con once canciones que siguen el sendero hecho en el 2008 con su aclamado disco, Dragging a Dead Deer Up a Hill, un álbum que es atípico en aquel año como el presente. No es un disco que sea fácil de asimilar, al contrario, toma su tiempo poder apreciar la belleza o lo lúgubre - dependiendo desde que punto de vista uno lo entienda- de principio a fin. El disco empieza con un instrumental titulado "6" de duración apenas menos de dos minutos, que consta de sonido estilo drone y ambient, es como la muestra de lo que a uno le espera durante cincuenta minutos, minutos que parecerán desvanecerse en el vacío al dejarse llevar por cada acorde acústico que hay en la mayoría de las canciones, o disfrutar de los vacíos que hay dentro de cada tema como "Vanishing Point" y "Difference (voices)". Cuando terminé de escuchar el disco la primera vez me sentí un poco intrigado, porque no sabía si era una joya incomprendida o simplemente basura, creo que es lo primero, no sólo porque es una propuesta diferente a lo que he escuchado durante los últimos cuatro años, sino que tras el disco se encuentran varios mensajes en las letras, sentimientos transmitidos hacia los oyentes como en "The Man Who Died In His Boat", en la cual narra en forma metafórica una experiencia que tuvo con la muerte. Cosas como esa hacen un disco como éste un ejemplo a seguir, quizás no en lo musical (dudo que muchos admiren la mayoría de las canciones), pero sí en lo lírico y la manera de expresarlo para los demás. Gracias, Grouper, por hacer un disco que mezcla folk, drone y ambient; tres géneros que son difíciles de mezclar.
Foals siempre ha intentado ser un grupo distinto al resto de la mayoría de su escena local, su estilo apodado "math-rock" en el cual las guitarras eléctricas suenan con un efecto distorsionado o muy arreglado (si es que uno quiere ser más cauteloso a la hora de describir dicho estilo de rock) hizo que el grupo británico obtuviera cierto reconocimiento a nivel internacional. Algo que admiro del grupo es que ninguno de sus tres álbumes suenan muy similar entre si, desde el Antidotes con su propuesta bailable, pero con un sonido peculiar; luego da paso al Total Life Forever y su experimentación sonora tratando de combinar lo melódico suave con lo movido, hasta el Holy Fire y la madurez rockera que esperaba escuchar. Lo que acabo de escribir parece como si los dos primero trabajos hubieran sido espléndidos, pero dista mucho de la realidad, ya que ante tanta pomposidad, arreglos de estudio, o como sea; siempre faltaba algo que diera el chispazo para decir que tal álbum es excelente, por el contrario, acaba siendo aburrido escuchar varias canciones e incluso algunas canciones con una duración de cuatro a seis minutos llegaban a dar cansancio. En Holy Fire el grupo demuestra que por fin hicieron las cosas como deben de hacerse, hacerse bien.
La canción "Prelude" que es la encargada de abrir el disco, es la muestra clara que hay algo extraño desde el inicio, un sonido del grupo que no había escuchado antes y siendo justos, me gustó la canción a pesar de ser una instrumental y obvia que sólo sirve para ser introducción. Con "Inhaler" las dudas se despejan y sí, ese estilo de Foals me gusta, guitarra eléctrica fuerte para pertenecer al grupo y en algunas partes en el inicio de la canción son claras muestras del avance con respecto a lo que quieren arriesgar. Los siguientes temas son algo parecido a los dos discos anteriores, sobre todo el Total Life Forever, pero no lo es del todo, canciones como "My Number", "Bad Habit" y "Everytime" son un buen recuerdo de que Foals siempre serán ellos mismos. Lo mejor viene en la segunda parte con "Milk & Black Spiders" y su sonido encantador y llamativo. "Providence" es prácticamente dos canciones en una, la primera parte que es calmada y oscura a la vez; la segunda empieza con el sonido de la batería y un compás fuerte hasta llegar al clímax cuando las guitarras y batería se mezclan en un caos espectacular, un Foals raro de escuchar. "Stepson" y "Moon" son las canciones que cierran el disco, pero me quedo totalmente con la primera ya que es sin duda una canción relajada con un simple sonido de guitarra y estilo tribal, no hay pierde con esa canción; mientras que la segunda mencionada no tiene ese sentimiento que transmite "Stepson".
No era consciente de que Foals tenía un potencial escondido, que haría canciones buenas y como dice el dicho: "A la tercera va la vencida". Espero que esto sea un nuevo inicio en la discografía de Foals.
Desde Dinamarca llega un grupo que sin ningún aviso llegaría a escuchar con un poco de desconfianza sobre la calidad de post-punk que hicieron su segundo álbum You're Nothing. En mi cabeza sigue ese pensamiento que todo grupo del género post-punk debe ser similar a Interpol o Joy Division si quiero ser un poco más extremo. Aunque el año pasado el grupo Holograms ya me había demostrado que no debía ser así, que podían sonar más duro, denso, extremo... y para confirmar lo mencionado anteriormente, Iceage lo hace igual e incluso más fuerte.
Desde la canción inicial "Ecstacy" hasta el tema de cierre "You're Nothing", pasando por "Morals" que es una canción algo pausada, el disco es un deleite para escuchar a cualquier persona que quiera diversificar un poco el post-punk. Por ejemplo, no es lo mismo la rapidez de "Coalition", "It Might Hit First" y la canción con su idioma natal "Rodfæstet"; de las que tienen un sonido más clásico al género como "Wounded Hearts", "Burning Hand" y "Everything Drifts". Son once temazos (excepto por "Interlude"que es un relleno innecesario) con una duración promedio de dos minutos y medio, no hay pierde en escucharlo una y otra vez y es quizás por esa constante repetición que las canciones del álbum se han quedado grabadas en mi mente. Al fin y al cabo tiene su ventaja la corta duración de una canción.
